Cuando el tsunami ocurrió a finales de 2004, el impacto sobre los niños en Aceh, una de las áreas más pobres de Indonesia, fue inmediato. UNICEF estimó que hasta 15.000 niños fueron separados de sus familias, con la gran mayoría de ellos acogidos rápida y espontáneamente por vecinos, amigos y familias ampliadas.
El gobierno indonesio reaccionó firmemente, emitiendo una serie de políticas para prevenir más separaciones de niños de sus familias, incluyendo una prohibición de las adopciones, restricciones de viaje y el despliegue de policías en puertos de salida como los aeropuertos y los puertos marítimos para prevenir que los niños sean llevados. Como parte de esta respuesta de emergencia, el personal del gobierno y de la sociedad civil fueron mobilizados para llevar a cabo la búsqueda y la reunificación familiar, mediante las cuales 2.853 niños fueron registrados y el 82% fue acogido en familias. Las agencias humanitarias también trabajaron con el gobierno para desarrollar un sistema estructurado de monitoreo y de apoyo familiar y para cabildear en contra de la institucionalización. Según una evaluación reciente, estas respuestas iniciales de emergencia han evolucionado hacia servicios sustanciales de protección de la niñez en Aceh, con el apoyo de las agencias internacionales para ayudar a “abrir el camino a nuevas políticas y prácticas de cuidado y acogimiento de los niños, incluyendo un distanciamiento en la política gubernamental del apoyo único a los “orfanatos” como una opción de acogimiento de los niños hacia un apoyo sustancial a las familias vulnerables para prevenir las separaciones de los niños y sus familias”.
Los componentes claves de la transformación en materia de protección de la niñez en Aceh incluyen: el establecimiento de una unidad de protección de la niñez en el Ministerio de Asuntos Sociales de Aceh y de organismos de protección de la niñez en los sub-distritos; la revisión de las leyes y políticas relativas a la protección de la niñez, incluyendo la promoción/regulación del acogimiento en el ámbito familiar para los niños sin cuidado parental; un aumento en el número de trabajadores sociales y del personal en el ámbito de la protección de la niñez que estén capacitados y un gran incremento en las asignaciones gubernamentales a la protección de la niñez y al bienestar social.
Para mayor información, véase: Misguided Kindness: Making the right decisions for children in emergencies (en inglés)